Jannic Sun 21 Jan 2018 7:24PM
bb99 Wed 24 Jan 2018 12:29PM
Información sobre la Directiva agua de la UE
Jannic Wed 24 Jan 2018 5:57PM
Merci Bernard, super intéressant. Sais-tu ce qu´est une I.C.E? Serait-ce utile d´en lancer une?
Información sobre la Directiva agua de la UE
Merci Bernard, super intéressant. Sais-tu ce qu´est une I.C.E? Serait-ce utile d´en lancer une?
Jannic · Sun 21 Jan 2018 3:27PM
www.ocmal.org
..."Una estimación general realizada en base a los
manuales técnicos de la materia indica que un
emprendimiento a cielo abierto requiere
aproximada
mente un metro cúbico de agua por segundo de manera ininterrumpida desde la
puesta en marcha de la explotación hasta su cierre, si bien se trata de estimaciones muy
variables en función de la envergadura y características propias de los proyectos
(Rodríguez
Pardo, 2007).
Horacio Machado Aráoz
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El consumo hídrico de los grandes proyectos mineros es objeto de fuertes polémicas por
parte de diferentes actores involucrados en la temática: científicos, técnicos de empresas y
agentes gubernamentales, de modo que han una gran variación en las estimaciones del
consumo de este insumo.
En gran medida, los datos disponibles provienen casi unilateralmente de las propias
empresas y/o consultoras del sector, con obvios intereses en la materia. A modo ilustrativo,
las estimaciones de consumo hídrico por parte de la gran minería realizada por COCHILCO
para el caso chileno provienen de declaraciones voluntarias de las propias empresas, no
sometidas a instancias de auditorías.
Los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) que presentan las mineras ofrecen un rango muy
variable de requerimientos hídricos, por caso, para el proyecto Veladero (San Juan,
Argentina) se habla de 110 lts/seg.; para el proyecto Pascua Lama, de 270 lts./seg.; para el
proyecto Agua Rica (Catamarca, Argentina), de 390 lts./seg.; en tanto que el emblemático
proyecto de Minera Alumbrera (también en Catamarca) ha solicitado originariamente
un
permiso de extracción de 1.200 lts./seg. (Machado Aráoz, 2009b).
Así, el tema del agua para la minería a gran escala, se constituye en un aspecto crítico
central en función de tres razones principales. En primer lugar, la metodología
de explotación
imp
lica, como se vio, un uso intensivo de la misma
. Al tratarse de minerales diseminados, el
proceso extractivo de la minería contemporánea se convierte necesariamente en una gran
consumidora del vital elemento, a tal punto que allí donde no haya disponibilidad
suficiente,
por más que existan yacimientos mineralizados, no es posible su extracción. Como lo afirma
la Corporación Chilena
del Cobre:
“una de las variables más significativas de todo proyecto minero (...) es la disponibilidad
del recurso hídrico. Todo proceso de beneficio de minerales, ya sea flotación, lixiviación
u otro, requiere agua para su ejecución. Por lo tanto, la disponibilidad del agua es clave
para la (...) actividad minera”
(COCHILCO, 2008: 11).
Horacio Machado Aráoz
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En segundo lugar, otro aspecto crítico es la
localización de las explotaciones
, ya que, en la
gran mayoría de los casos, los yacimientos se ubican en las partes altas de las cuencas
hidrográficas
, que son las nacientes de las aguas. Ello implica que las explotaciones alteran,
modifican y hasta destruyen, en las propias fuentes, los ciclos y circuitos hidrológicos. El
tercer aspecto
-el más grave-
es el vinculado a la contaminación
por
‘drenaje ácido de mina’
(DAM)
.
El mismo se origina
“en el procesamiento de minerales y en los desechos que quedan
por
cientos de años en forma de tranques de relaves y de escombreras, los que generalmente
contienen elevadas concentraciones de sulfatos, metales y no metales tóxicos, componentes
radioactivos, químicos y compuestos orgánicos”
(Morán, 2001: 60). Al tomar
contacto con el
agua, los sulfatos producen una reacción química que da lugar a aguas ácidas que tienen la
capacidad de disolver y movilizar metales pesados presentes en los remanentes de la roca.
Se trata de uno de los efectos más ampliamente reconocidos por la actividad minera y el que
mayores costos ambientales ha provocado a nivel mundial, ya que “puede contaminar
cuerpos de agua por décadas e incluso por cientos de años” y extender la contaminación
hacia regiones enteras
(Morán, 2001; Gutman, 2007).
Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) “la minería en el
oeste de los Estados Unidos ha contaminado más del 40 % de las cuencas hidrográficas de
la región” e indica que “el saneamiento de las minas abandonadas en 32 estados de los
Estados Unidos puede costar 32.000 millones de dólares o más” (EPA, 2000:10, cit. Por
Gutman, 2007:14).
En definitiva, tanto por la magnitud de los volúmenes insumidos, como por la intervención
destructiva sobre cuencas y por el efecto contaminante del drenaje ácido de mina, la minería
se constituye en una grave amenaza para los requerimientos hídricos de las poblaciones
donde se instala. Los requerimientos hídricos de la minería metalífera a gran escala
afe
ctan
indefectiblemente otros usos sociales posibles
; presentes y futuros. De acuerdo a Robert
Moran:
Horacio Machado Aráoz
80
“el uso del agua asociado a minas a tajo abierto inevitablemente reduce el nivel local
y a veces regional del agua, lo cual puede causar la sequía de los afluentes y reducir
el nivel en pozos vecinos [...] crear impactos negativos en lagos o salares, la
reducción de vertientes y riachuelos [...]. Todo esto impacta económicamente
dañando la flora y la fauna local, aumentando el costo de bombeo del agua, la
disponibilidad de agua para la ganadería, así como para usos municipales y
domésticos”
(Moran, 2001: 60).
Esto
se torna en un aspecto más crítico aún cuando los yacimientos se localizan en zonas
naturalmente áridas
y/o en ecosistemas frágiles, como ocurre en buena parte de América
Latina, y en particular en casos como la cordillera centro norte de Chile y Argentina, la puna
boliviana y las regiones del Sur de Perú. Los requerimientos hídricos de la minería provocan
conflictos sociales por el agua, precisamente porque compiten por su uso con otras
acti
vidades, como la agricultura y la ganadería.
En el caso de Chile este conflicto adquiere ribetes dramáticos, en un país que justamente es
promocionado como ‘modelo económico’ y de ‘minería sustentable’ en la actualidad. Allí, los
conflictos por el agua en la zona norte
se dan al punto de poner en riesgo la viabilidad social
de históricas poblaciones. "