PROCEDIMIENTO 02: Tormenta de Ideas

Justificación

A esta técnica también se le conoce como lluvia de ideas o por su nombre en inglés: brainstorming. Justifiquémosla.

En el procedimiento 01 hemos visto cómo preguntar al grupo. Algunas preguntas son del tipo: "Elige una opción de entre esta lista de opciones."

Por ejemplo: "Elige un nombre para nuestro grupo, de entre los nombres de esta lista."

Pero, ¿no sería mejor que, en vez de darle yo la lista hecha, la elabore el grupo? Para ello puedo pedir primero a cada miembro del grupo que proporcione sus candidatos preferidos y con todas las propuestas se hace la lista, y luego se vota la que más nos guste de la lista.

Así el grupo participa más, se implica más, y asume de manera más responsable la actividad. Si yo le doy al grupo una lista ya hecha (inventada por mi o sacada de un libro o de otras personas) entonces el grupo no participa en la totalidad del proceso. Es como si se le da a los padres la libertad de elegir el nombre de su hijo recién nacido, pero tiene que elegirlo de entre una lista de nombres que le damos nosotros (tiene que ser Juan, Pedro o Antonio).

La técnica puede ser útil en infinidad de elecciones de este tipo. Por ejemplo, el grupo tiene que elegir qué actividad realizar, de una lista de actividades que previamente debe elaborar.

Cuando el grupo participa en la elaboración de sus propias alternativas, es más probable que éstas se adecuen o adapten a lo que ese grupo quiere y necesita. De ahí la importancia de tener un procedimiento para sondear a todos los miembros en dos fases, la primera para recoger gran cantidad de ideas relevantes para el grupo, y la segunda para elegir la mejor de todas las ideas.

Veámoslo:

Procedimiento

1. ¿Quién puede iniciar un brainstorming? Cualquier miembro del grupo, evidentemente.

2. Como siempre, no se debe abusar de las diferentes técnicas, sino procurar que se realicen dentro de un contexto, de una necesidad, de una actividad o dinámica.

3. Las dos fases o votaciones del brainstormig se realizarán siempre en la columna de decisión (a la derecha) no en la columna de discusión (a la izquierda), que, sin embargo, puede utilizarse para ampliar las explicaciones pertinentes, y defender por qué nos gustan unas opciones o nos disgustan otras.

4. Hay que prevenir al grupo que vamos a proponer un brainstorming. Si se ha abierto un hilo expresamente para la tormenta de ideas, se explicará en la cabecera. Y si no, se explicará en la discusión. Dependiendo de la experiencia del grupo, puede ser conveniente explicar brevemente la dinámica del brainstorming.

5. Siempre que sea posible, se debe especificar en el título de la decisión si es Primera Fase o Segunda Fase. Por ejemplo, el título de la primera decisión podría ser: Nombre del grupo (primera fase), y el título de la segunda decisión: Nombre del grupo (segunda fase),.

6. En el detalle de la primera decisión hay que explicar: que el objetivo del brainstorming es... (por ejemplo, elegir el nombre del grupo), que se va a hacer en dos fases, que en la primera fase cada cual aportará las ideas que se le ocurran y que éstas no se deben censurar ni alabar ni valorar de ninguna manera, porque lo que importa en esta primera fase es la cantidad y no la calidad, y hasta una mala idea puede —por asociación de ideas—suscitar a esa misma persona o a otra diferente, una idea mejor, y que —en tanto no se cierre la decisión— se podrá editar, añadir o eliminar elementos en la propia casilla del voto.

7. Quien propone el brainstorming puede ser el primero en votar (sugerir ideas) para dar ejemplo. En cambio, cuando se hace una pregunta normal (por ejemplo: "¿Qué prefieres, monarquía o república?") conviene esperarse a que hayan votado la mayoría, para no influir.

8. En el detalle de la segunda decisión hay que incluir la lista completa obtenida en la primera fase y pedir que cada cual elija las que considere las tres mejores ideas de dicha lista, y además que las escriba ordenadas para que en caso de empate, se pueda desempatar teniendo en cuanta el orden.

9. También se puede elegir un número distinto de 3 opciones. ¿Cuántas? Las que decida la persona que propone el brainstorming o bien las que decida el grupo. Aunque esta es una cuestión menor y quizás no merezca la pena el tiempo que se pierde en resolverla. Porque lo importante no es el número de opciones que podemos votar, sino argumentar convincentemente a favor de las opciones que preferimos y en contra de las que no nos gustan, y finalmente saber confluir con la que más nos guste de entre las opciones apoyadas por el grupo.

10. El voto se puede cambiar en cualquier momento anterior al cierre de la decisión, para confluir con alguna de las opciones con apoyos que sea de nuestra preferencia. No tiene sentido aferrarse a una opción, por mucho que nos guste, si no es apoyada por el grupo. Es mejor sumar nuestro apoyo a la que más nos guste de entre las opciones apoyadas. La opción más votada gana, y si hay empate técnico, se tiene en cuenta el orden en que fueron apoyadas.

Este procedimiento puede mejorarse teniendo en cuenta las dificultades que encontremos en nuestra propia experiencia y añadiendo los puntos pertinentes. Por eso no nos privemos de comentar a continuación lo que sea menester. Tengamos en cuenta que este procedimiento no solo servirá a nuestro grupo, sino al resto de los grupos.