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DESENVOLUPAMENT I URBANISME DESARROLLO Y URBANISMO

PLV Podem La Vila Joiosa Public Seen by 98

Idees per a millorar la xarxa industrial, sector primari i sector terciari del nostre municipi.
Ideas para mejorar la red industrial, sector primario y sector terciario de nuestro municipio.

PLV

Podem La Vila Joiosa Mon 2 Feb 2015 9:21PM

Contrucció del Parc de l'Oci.

Construcción del Parque del Ocio.

PE

Paco Escortell Wed 4 Feb 2015 3:20PM

El urbanismo en La Vila tiene .... puntos básicos:
- Revisión del PGOU.
- Resolver todos (o algunos, todo depende) programas iniciados y sin finalizar.
- Resolver el problema del Atrium: tormenta de ideas para conocer las posibilidades.
- Anular el Plan del Casc Antiu, escuchando a la asociación de vecinos y arquitectos vileros.
No incluyo aquí el tema de la vivienda social porque lo considero parte de política social o similar.

PE

Paco Escortell Wed 4 Feb 2015 3:44PM

...4 puntos básicos...

MSA

Miguel San Ara Fri 6 Feb 2015 10:28AM

Una nueva política de movilidad
A partir de lo expuesto en el anterior apartado algunas propuestas iniciales en materia de movilidad para los ayuntamientos pasarían por:

Ofrecer a los ciudadanos un lugar mejor para vivir a través de una política de transporte diseñada para ofrecer y primar la opción de caminar, montar en bicicleta, y utilizar un transporte público seguro y asequible para desplazarse alrededor de la ciudad.  


Implantar y/o actualizar los Planes Municipales de Transporte y Movilidad Sostenible, dirigiendo su diseño junto con el resto de estrategias de ordenación municipal a favorecer la creación de ciudades compactas que requieran una menor necesidad de transporte, y permitan ofrecer la opción de caminar, montar en bicicleta o en transporte público como alternativa al uso del coche, así como la mejora de la salud en general y la reducción de la contaminación del aire y el ruido.  


Un objetivo continuo debe ser la inversión en transporte público, dirigiendo esa inversión hacia los tipos de transporte menos contaminantes, mas económicos, rápidos y con capacidad para transportar a un mayor número de pasajeros.  


Aumentar la participación pública y la innovación. Las agencias y áreas dedicadas al transporte deben ser capaces de hacer partícipe a la ciudadanía de su visión para el futuro. Esto debe hacerse estableciendo una relación de confianza, productiva e innovadora, donde el ciudadano sea tratado como un actor integral en las estrategias de transporte.  


Creación de Comités consultivos. De hecho, las autoridades locales deben ofrecer la capacidad de participar de la ciudadanía a través de la consulta directa en la mejora del transporte público y privado. La creación de Comités consultivos donde se reúnan ciudadanía, administración y proveedores de transporte, entre otros actores debe ser una solución permanente.  


Repensar las diferentes estrategias de transporte, conviertiendo las agencias y organismos de transporte locales y regionales en agencias "multimodales" que permitan mejor equilibrar las necesidades de caminar, viajar en bicicleta, utilizar el transporte público, o desplazarse en motos y coches, proporcionando nuevas soluciones a los complejos problemas de transporte.  


Hay que recordar también que la política de transporte debe tener un pilar fundamental en el reconocimiento de la solidaridad y la equidad en su diseño e implementación. Los jóvenes, mayores, las personas con discapacidad o las menos favorecidas, son los que más utilizan el transporte, pero también las que más dificultades tienen para pagar su precio o acceder al mismo.  


Los Ayuntamientos deben establecer metas claras de transporte sostenible y alinear los recursos para satisfacerlas. Para conseguir un transporte diferente y sostenible en el futuro se deben tener objetivos claros para el aumento de la sostenibilidad y la movilidad.  


Asegurarse de que los planes de planificación y de regeneración tenga plenamente en cuenta el impacto del transporte. 

En cuanto al apoyo a los medios de transporte colectivo convencionales, las propuestas deben ir hacia:

Una mayor inversión en transporte público con más líneas y frecuencia, junto con una apuesta plena por la información y la concienciación en la necesidad del uso del transporte público. Aumentar la capacidad y la velocidad de las líneas principales de autobús y tren.  


Continuar coordinando acciones con los proveedores de servicios de transporte en autobús y ferrocarril para seguir proporcionando y mejorando un sistema de transporte integrado.  


Enfocar esa cooperación hacia la implantación progresiva de tarjetas de transporte público sin contacto.  


Dirigir los cambios en el transporte de autobuses hacia la reducción de las emisiones de monóxido de carbono de autobuses, y la implantación de autobuses híbridos y eléctricos.  


Fomentar el uso del transporte público entre los más jóvenes, a través del descuento en las tarifas o la gratuidad de las mismas para los más jóvenes.  

Del mismo modo, también se deben buscar medidas y compromisos innovadores que permitan dejar de utilizar los vehículos de transporte emisores de gases contaminantes tanto en sus desplazamientos al trabajo o de otra índole:

Es fundamental la promoción y el fomento del transporte público y el abandono progresivo de las medidas que fomentan el uso del automóvil privado. El objetivo debe ser el ahorro de tiempo y recursos, facilitar la movilidad, y descongestionar el entorno de la ciudad.   



Algunas de las soluciones para las zonas suburbanas donde las redes de transporte público ofrecen una menor frecuencia o servicio, deben pasar por el estudio de métodos innovadores que mejoren la comunicación como el uso de vehículos compartidos, aplicaciones para los teléfonos inteligentes, o el uso de transportes no contaminantes.  


Los Ayuntamientos deben impulsar una planificación urbana que genere proximidad, limitando el número de viviendas, centros de trabajo o servicios de ocio o comerciales en zonas periféricas de las áreas urbanas y el urbanismo difuso que incrementa las necesidades de desplazamientos.  


La cooperación con las empresas locales y la ayuda y promoción de pequeñas empresas y comercios locales, lo que implica un menor uso de transporte, y/o vinculando este apoyo con el uso del transporte público.  


En ese sentido, se deben crear en los centros urbanos zonas de bajas emisiones para mantener vehículos contaminantes fuera de las áreas congestionadas.   


Desde los Ayuntamientos se debe colaborar con las empresas locales, así como dentro de la propia administración para reducir los viajes, promoviendo la utilización de la videoconferencia, los servicios descentralizados o un cuidadoso escrutinio de los viajes a grandes distancias, ya fueran nacionales o internacionales por parte del personal de empresas y administraciones.  


Los Ayuntamientos deben prestar especial apoyo a los ciudadanos que tengan especiales problemas para desplazarse a sus puestos de trabajo o tengan que recorrer grandes distancias. Una iniciativa que puede tener éxito es la implantación de programas de intercambio de empleo o a través de la información de ofertas laborales ajustadas a su perfil en su ciudad de residencia.  

COCHES ELECTRICOS

El coche eléctrico es una apuesta de futuro que debe ser perseguida. La instalación progresiva de puntos de recarga debe ser uno de esos objetivos. Del mismo modo, se deben estudiar modelos para que esos puntos de recarga sean a través de energías renovables como la energía solar.   


Otra acción que se compagine con el fomento del coche eléctrico debe estar dirigido a la adquisición de coches eléctricos por parte de los Ayuntamientos en su renovación del Parque municipal de vehículos.  


Igualmente, los Ayuntamientos ofrecerán ventajas para las personas y empresas que decidan utilizar y ofrecer servicios de coches eléctricos en la ciudad.
MSA

Miguel San Ara Fri 6 Feb 2015 10:34AM

HACIA UNA ECONOMIA VERDE...
¿Se puede reactivar la economía, generar más empleo y cohesionar mas la sociedad a través de políticas vinculadas a la protección medioambiental y la lucha contra el cambio climático?

Las acciones vinculadas a la reducción del consumo energético y el aumento de la eficiencia energética en empresas y hogares, el aislamiento de edificios, las energías renovables, la promoción del uso de materiales y componentes de bajo consumo o la promoción de la movilidad sostenible, nos dicen que es posible.

El PNUMA considera que una economía verde es la que mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica. En su forma más básica, una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente.

La transición a una economía verde de bajo carbono comienza a nivel local. Las autoridades locales están bien situadas para facilitar este cambio a través de políticas de planificación y la mejora en el funcionamiento de sus servicios, pero también poniendo un mayor énfasis en el desarrollo económico sostenible, liderando el camino hacia la descarbonización de la actividad económica, la transición de las comunidades hacia un uso menos intensivo de la energía y la alimentación de nuestros lugares de trabajo y hogares de energía renovable de origen local.

Las empresas deben implicarse plenamente en las políticas y acciones climáticas que se desarrollen en las ciudades, demostrando sus avances y compromiso con el resto de la comunidad. El apoyo por parte de los ayuntamientos y la demanda para el uso de mecanismos establecidos como la Responsabilidad Social de las Empresas y su vinculación directa con las políticas energéticas y de sostenibilidad, debe ser un factor fundamental en este contexto.

Considerando de inicio la acción económica de los Ayuntamientos vale la pena recordar entre algunas medidas:

La capacidad de las autoridades locales como compradores de bienes y servicios en el sector público. Se debe favorecer que la contratación pública, los bienes y servicios sean adquiridos localmente, favoreciendo materiales locales para proyectos públicos dirigiendo estas acciones hacia unas menores emisiones de carbono. Esto pasa por trabajar con contratistas locales concienciados con la producción ecológica, utilizando cementos bajos en carbono, maderas certificadas, y considerando en general que el análisis del ciclo de vida debe integrarse a todos los niveles, para asegurar el uso más eficiente de los recursos y que las emisiones de carbono sean en general lo más bajas posibles.  


Las autoridades locales deben apoyar la promoción de la compra ética, local y verde, elaborando acuerdos de asociación con los comercios locales. De este modo, el gasto público repercutiría en la economía local y tendría un impacto medioambiental positivo.  


Desarrollar planes de acción de descenso en el consumo de energía, y uso de energías renovables. El objetivo debe ser descarbonizar nuestras economías y comunidades locales, avanzar hacia fuentes locales de energía renovables y reducir los costos de energía para los ciudadanos, el sector público y las empresas.  


El gasto de los gobiernos locales pueden impulsar el empleo "verde". A partir de la promoción de energías renovables, el apoyo a productos agrícolas locales, la compra a pequeñas empresas locales, colaborando con empresas sociales y el sector del voluntariado, el gasto de los gobiernos locales pueden impulsar el empleo "verde" y ayudar a crear economías locales fuertes que ofrezcan puestos de trabajo seguros y sostenibles para el futuro.  


Promoción de empresas y economías autosuficientes. Las empresas locales y la inversión local proporcionan empleos mejores y más fiables. La capacidad a la hora de realizar las compras por parte de los gobiernos locales podrían impulsar y mantener en gran medida estos sectores.   


Proponer políticas de colaboración con las estructuras empresariales. Creando foros y grupos de trabajo en donde se compartan experiencias sobre cómo mejorar la eficiencia energética y la reducción de la contaminación en los entornos empresariales e industriales.  


Establecer laboratorios de ideas. Donde las empresas y los centros de conocimiento como las Universidades e Institutos Tecnológicos puedan desarrollar propuestas de actuación para la reducción de CO2 y el desarrollo de la economía. Estos polos de colaboración deben ir dirigidos a mejorar la eficiencia energética, reducir la contaminación y aumentar la concienciación de los trabajadores.  


Informando a las empresas. Sobre la forma de llevar a cabo renovaciones energéticas y los principales incentivos económicos existentes para realizarlas.   


Llevar a cabo proyectos de tamaño mediano. Que permitan apoyar y promover a las empresas locales por delante de grandes corporaciones en ámbitos como la regeneración de zonas degradadas o las energias renovables, e incentivando la compra a proveedores locales y empresas sociales.  


Apoyo a la “compra local” y las PYMEs locales. Alentar a los empleadores más grandes de la ciudad a "comprar local" y ofrecer apoyo y formación a las PYME locales y las organizaciones del tercer sector.


Campañas de promoción del comercio local. Como el reparto de tarjetas de descuento que alienten a las comunidades locales apoyar el pequeño comercio, haciéndole más viable y estable.  


Usar espacios públicos vacíos o infrautilizados. Con el objetivo de proporcionar espacios de trabajo asequibles para las empresas pequeñas, familiares y del tercer sector.   


Fomentando la movilidad sostenible entre los trabajadores. Favoreciendo que los empleadores introduzcan medidas en sus empresas que permitan cambiar con éxito los patrones de viaje de sus empleados a través de un servicio de transporte subsidiados, promoción del uso de la bicicleta y otros programas.