Loomio

Un poco de ¿utopía?

JR Josu Riezu Public Seen by 24

Hola a tod@s,
quiero hacer unas reflexiones sobre este tema, a mi manera, dejando fluir las ideas y diseccionando los asuntos para entenderlos, superficialmente y en profundidad.

En este caso y en general, lo superficial es el corto plazo, la urgencia y lo no tan urgente pero igualmente importante, aunque la solución traspase el corto plazo. Un ejemplo sería paliar los efectos del paro o los desahucios.

En la profundidad está el largo plazo, lo utópico, lo deseable, lo que nos dice el sentido común que debe ser pero que no es. Un ejemplo sería el derecho del trabajo para todos.

En este ejemplo puede parecer que hablo de lo mismo, -paro, trabajo para todos- , pero no lo es. El primer caso suponer defenderse de las estructuras creadas por la oligarquía para mantener sumiso al pueblo, paliando los daños que le causa y el segundo supone cambiar la manera de hacer las cosas para solucionar los problemas, entrando en lo que nos dicen que es utopía, pero que no lo es.

El capitalismo pretende y consigue que todo lo que pueda hacerse con dinero, se haga con direro.
Cosas que tradicionalmente se hacían en casa, cuidar de los niños, o de los ancianos, se tienen que hacer forzosamente a través de residencias, guarderías, gente contratada, porque no tenemos tiempo para dedicarles ya que tenemos que trabajar para llegar a fin de mes.

Es un sistema perverso, convierten nuestro tiempo en dinero -el tiempo es oro- pero en dinero para ellos.

Otro mecanismo es el proceso que estamos viviendo de mantener alto el paro para abaratar los costos laborales, algo que tiene que ver con Alemania.
A Alemania le cuesta muy caro fabricar en China. Aunque la mano de obra es barata, la cualificación de los trabajadores es baja y pierde mucho dinero en los controles de calidad, para -además- encontrarse con que los chinos les copian sus productos y les hacen la competencia. La solución, mano de obra barata y cualificada, cerca de casa, en España. El gobierno del PP está convirtiendo a los trabajadores de España en los chinos particulares de Alemania, técnicos excelentemente formados, en puestos de segundo nivel, trabajadores sumisos que agradecen tener un puesto de trabajo aunque sea cobrando menos de lo que ganan sus colegas autóctonos, que en cualquier caso es mucho más de lo que les ofrecen en su propio país.
El PP dice que está creando empleo, pero si nos dijera cual es el salario conjunto de los 10 millones de trabajadores -legales- que menos cobran en este país, nos encontraríamos con que esa cifra es la mitad que hace 5 años. Trabajadores estilo chino, con todos mis respetos a los chinos.

Por otro lado, con la tecnificación la necesidad de puestos de trabajo disminuye y actualmente en España ya no se necesitan tantas horas de trabajo como disponemos, para mantener funcionando el 100% del país. ¡Y cada día es peor, cada día hay más máquinas y sobrarán más puestos de trabajo!
Cuando salió el ordenador personal nos engañaron diciendo que los PCs iban a hacer nuestro trabajo y nos dejarían mucho tiempo libre, lo que no dijeron es que ese tiempo libre lo ibamos a consumir en la cola del paro.

¿La solución es acabar con las máquinas? Si queremos que los lápices sigan baratos, es absolutamente necesario que las máquinas sigan funcionando.

La solución es el reparto del trabajo, lo cual -analizado con detenimiento- tiene muchas ventajas y puede ser la solución de muchos de los problemas. ¿Qué es mejor? ¿Qué trabaje un@ sólo 8 horas y el otr@ se queda en el paro? ¿o que trabajen los dos 4 horas?.

Hace bastantes años, -cuando la mujer era minoritaria fuera de los fogones- una sóla persona ganaba lo suficiente para mantener económicamente la casa y la otra persona dedicaba todo su tiempo a las tareas "no remuneradas" del hogar. Ciertamente un reparto poco justo en muchas circunstancias.
La alternativa fue incorporar a la mujer al mercado laboral, pero el resultado ha sido que para la misma cantidad de dinero -el necesario para mantener económicamente la casa- ahora se necesitan las dos personas, con el agravante de que no hay tiempo ni para lo más importante del mundo, los hijos, sin hablar de mayores, el desarrollo personal, la vida social, aficiones, etc, etc, etc.
¿Donde está el fallo? La falacia ha sido que bajo el argumento de incorporar al trabajo a la mujer sin más cambios, la oligarquía ha doblado la masa laboral y era cuestión de tiempo que se llegara a la situación actual, no hay trabajo para todos, ni lo habrá con los criterios actuales. ¿Es eso malo? No, siempre que cambiemos los criterios.

Y el criterio es redescubrir el tiempo, recordad, el tiempo es oro.
Por ejemplo, una pareja, un@ trabaja 10 horas y la/el otr@ se muerde las uñas en casa, en medio de una depresión profunda. ¿Y si trabajaran 5 horas cada uno, ganando en conjunto lo mismo que antes uno sólo? Pensad en las consecuencias a medio y largo plazo y no argumentéis que con un sólo sueldo no se paga la hipoteca, porque mi premisa ya partía de un sólo sueldo.

Personalmente imagino tantos cambios en la sociedad que se me queda corto el disco duro del ordenador para describirlos todos. No temáis, haré sólo un par de apuntes.

¿Os imagináis poder dedicar varias horas al día a vuestra pareja y disfrutar con ella y con vuestros hijos?
¿Tener tiempo para estudiar, para jugar al futbol con los amig@s, o para escribir un libro?
Ahora sólo hay el tiempo justo de poner la cena a un cuerpo agotado que cuando llega a casa sólo piensa en descansar e ir a la cama.

¿Y qué pasaría en el mercado laboral si poco a poco el 100% de la población trabajara -cómo mínimo, claro- 4 horas al día? El mercado laboral se reequilibraría, los sueldos subirían -no habría exceso de trabajadores- y aumentaría el rendimiento de muchas empresas (se rinde más las 4-5 primeras horas que el resto y si no, que se lo pregunten a los chinos, que a partir de la 5ª hora pagan menos a las empleadas de las fábricas textiles).
La gente tendría menos necesidades, ya que podría autogestionarse mejor y con el mismo dinero tendría más poder adquisitivo "real".

¿Utópico? De eso nada, sería suficiente con legislar para cambiar las horas de sitio.
Si se legislara para evitar los contratos miseria -actualmente los mini contratos suelen ser eso, contratos miseria- y se fomentara y facilitara desde la administración la contratación partida, a los empresarios les saldría rentable el aumento de productividad a pesar del incremento del costo de la gestión.

El problema es que a la administración le da igual la productividad de las empresas, prefiere mantener trabajando a personas de 65 años, antes que a otras de 25 porque los ingresos vía Seguridad Social son muy superiores. Están arruinando la capacidad productiva -el futuro del país- a cámbio de que "sus" cuentas les salgan, aunque "las" cuentas reales no salen.

La norma debería ser que cada puesto de trabajo cuya jornada pueda ser de 4 ó 5 horas, se contrate con esa jornada y no con 8 ó 9 horas. ¿Qué prefieres?, ¿nada o media jornada?
Y por cada 8 horas de trabajador mayor de 60 años hay que poner a trabajar 4 horas a dos de menos de 30 -por poner una cifra, que cada sector es distinto- y mandar al de 60 a casa sin que al llegar a la jubilación se le penalice haber cedido su puesto de trabajo.

En mi propia empresa, para dos puestos de trabajo, hay cuatro personas y sólo una trabaja a jornada completa y puedo asegurar que funciona bien.

No voy a seguir, si has leído hasta aquí muchas gracias, y aunque se me quedan muchas cosas en el tintero, sólo voy a reafirmarme en mi opinión de que necesitamos cambios de "chip" de profundidad y que cualquier propuesta merece la pena que sea analizada.

Josu

JP

Jesus Peña Fri 22 Aug 2014 8:55PM

lo he leido entero, matizaría muchas cosas, pero una en la que estoy ciento por ciento deacuerdo, el futuro es trabajar menos horas, lei una noticia hace poco Slim el hombre mas rico del mundo habia propuesto a sus trabajadores una modificación de sus horarios,
*"Con tres días de trabajo a la semana tendríamos más tiempo para relajarnos y tener más calidad de vida. Tener cuatro días libres sería muy importante para generar nuevas actividades de entretenimiento y otras forma de ocupar nuestro tiempo”
*Telmex: sus más de 50.000 empleados podrán elegir entre disfrutar una semana de cuatro días laborables y retrasar su jubilación o trabajar cinco días y jubilarse en torno a los 50. Lo cual ha puesto de manifiesto el problema de base del concepto: por muy bien que los empleados hayan recibido la noticia, varios economistas de su país ha puesto en duda qué pasaría con los sueldos en este supuesto en el que la jornada pasaría de 48 a 33 horas a la semana.

El es un magnate y ya lo intenta aplicar, en España se sigue pensando ( una mayoria de empresarios) en el trabajador como un "siervo", no como el mayor activo de la empresa. ( mañana más)

JR

Josu Riezu Sat 23 Aug 2014 8:16AM

Si hay acuerdo en la Asamblea de que debemos promover este tipo de contratación, podríamos proponer a las empresas o entidades a las que tengamos acceso, el que realicen este tipo de contratación.
El más inmediato sería el Ayuntamiento, donde haríamos una propuesta formal con -sello de entrada- y el Grupo de Comunicacones se encargaría de transmitirlo a los medios.
Si la gente de Calafell-Segur ve que nos movemos, ganaríamos un montón de simpatizantes.

JL

joan llach Sat 23 Aug 2014 1:03PM

Reflexión sobre la utopía y su posible realidad.
(Lo fundamental entre seres humanos para poder hablar/reflexionar/filosofar, sobre la utopía, que/como entiende cada uno filosóficamente el significado de la palabra UTOPÍA)

la sociedad ideal que no existía pero que debería y podría existir. I
Una de las cuestiones más debatidas en torno a la utopía es la de su posibilidad.
Podemos estar más o menos de acuerdo , pero la gran mayoría piensa que las utopías son por naturaleza irrealizables. Son un bonito ideal que está fuera del horizonte de las posibilidades humanas.
Los seres humanos nunca serán iguales ni plenamente comunitarios. Más bien, “el hombre es un lobo para el hombre” y siempre que podamos nos aprovecharemos del semejante, o cuando menos, daremos muy poco o nada por él; en cualquier caso, unos somos más trabajadores y responsables que otros y algunos siempre intentarán aprovecharse de lo común. En definitiva: La utopía es irrealizable por naturaleza.
Sin embargo, la historia de la humanidad nos dice lo contrario. Nada es blanco absoluto frente a un negro total. Las personas no somos ni buenas ni malas por naturaleza. Nos hacemos en sociedades concretas y respondemos a sus estímulos. Los humanos nos debatimos en un gris del que surgen destellos verdes de esperanza con bastante frecuencia y rojos/azules de intolerancia. La historia de la humanidad es el relato tortuoso de nuestro progreso económico, tecnológico, personal y social. Y si miramos cien, quinientos, dos mil, diez mil años atrás y comparamos nuestras vidas con las de los humanos de entonces, no podemos por menos que admitir los grandes cambios y progresos que hemos alcanzado en todos los planos: alimentación, vivienda, transporte, educación, salud, igualdad, participación.
Aunque también haya sus sombras en el progreso en forma de desigualdades de clases y pueblos, de guerras, de abusos de la naturaleza. Pero el balance global es muy positivo. Pero si nos ponemos en el lugar, por ejemplo, de un esclavo romano podemos estar seguros de que aspiraba a la libertad, aunque le parecería “irrealizable” tras contemplar centurias de esclavitud. Igualmente los ciudadanos europeos de hace 100 años, analfabetos en su inmensa mayoría, pensarían que sería muy bueno saber leer y escribir, pero que era una aspiración “irrealizable” porque durante milenios la inmensa mayoría de la población había sido analfabeta. Podríamos seguir repasando nuestra situación en todos los ámbitos de la vida, comparándola con el pasado, para darnos cuenta de que nuestros logros han sido aspiraciones de generaciones de personas que creían que esas mejoras eran “irreales” para ellas.
La utopía no es el ámbito de lo imposible. Porque tantas cosas que han soñado los humanos durante siglos, y a veces han creído inalcanzables, han resultados “reales”, las tenemos aquí y ahora. Han sido “utopías” realizadas. La utopía es realizable. Y entenderla así abre la posibilidad de un futuro aceptable. Recordemos que ya se han realizado miles de utopías parciales: se superó la esclavitud; obtuvimos legislaciones con derechos laborales al paro, la jubilación, vacaciones; se alcanzó la democracia; se consiguió la educación y la sanidad para todos; viviendas con agua corriente, luz y calefacción; tenemos jardines públicos, antes reservados a los aristócratas; se avanza en la igualdad de género; se ha doblado la esperanza de vida; hemos llegado a la Luna;... Y tantas y tantas otras, realidades hoy para muchos de nosotros, que eran pura utopía “irrealizable” para nuestros antepasados. La utopía es posible.
Pero que la utopía sea posible no garantiza mecánicamente su realización. Si volvemos de nuevo a la historia y repasamos una vez más las utopías realizadas, de lo primero que nos damos cuenta es del trabajo y el sufrimiento que han costado a cientos, miles e incluso millones de personas el conseguirlas. Luchas políticas, sindicales, de científicos, de mujeres, antirracistas, de marginados sociales, que han costado vidas, exclusiones, destierros, despidos, violencia de todo tipo contra los que luchaban por alcanzarlas. Y lo que se ha conseguido de la utopía lo ha sido merced a esas personas que han dado su esfuerzo y sus vidas por ello. Ninguno de nuestros progresos, de nuestras utopías logradas lo han sido gratuitamente. Los progresos de todo presente suelen ser utopías “irrealizables” de su pasado por las que se luchó. La utopía es realizable si nos proponemos alcanzarla.
Los ideales de la razón: Las tres grandes cuestiones (qué soy, qué es el mundo, qué es Dios/vida), que la razón planea descubrir como final de su aventura investigadora, pero que nunca desvela plenamente. Descubrimos algo sobre el mundo, pero cuando creíamos resuelta la cuestión, se nos abren cien nuevas preguntas.
Estos ideales de la razón funcionan como metas de la ciencia, que la razón no alcanza, pero que al intentarlo va descubriendo el mundo y construyendo la ciencia. Podemos entender, salvando las distancias, algo parecido de la utopía. El ideal pleno de hombre y sociedad es un estímulo para trabajar por conseguirlo. No lo alcanzamos, porque el ser humano no tiene fin, pero en el proceso vamos ganando parcelas notables del ideal. La utopía funciona como ideal regulador de las aspiraciones éticas y políticas de la humanidad.
La Utopía, pues, no la entendemos como una ilusión bella que no puede ser alcanzada nunca por el hombre, que es su acepción deformada y rebajada y sin embargo es la socialmente establecida. La utopía la entendemos en el sentido original que se le dio: como un ideal que no existe pero que puede y debe existir si nos lo proponemos. Es decir, como un imperativo ético. No se trata del juego adolescente de románticas ilusiones que la adultez pondrá en su sitio. Al contrario, es el recio y maduro sueño del propio sentido y del de nuestros hermanos con el que nos comprometemos y por el que luchamos. Ser utópico implica ser lo más adulto que se puede ser: estar imbuido por el ideal razonable, la esperanza y la acción para la plena realización como personas.
En las utopías, en cambio, el futuro es obra de los humanos, fruto de la inteligencia, el amor y el trabajo. Y el propio futuro no es la buena vida ociosa, sino que se seguirá trabajando, investigando, organizando, participando en la vida pública. Y no habrá ciencia infusa sino buenas escuelas para todos; ni tampoco salud eterna, sino sanidad pública de calidad para todos; y habrá enfermedad, vejez y muerte, aunque tratadas por la comunidad con todo respeto y apoyo. La utopía es obra de los seres humanos, no de los dioses. Por ello no es un imaginario lugar “perfecto”, sino un lugar posible y real si los humanos nos lo proponemos, aunque con imperfecciones y carencias. En este sentido, la utopía, en el plano ético y político, es un paso histórico paralelo al que supuso la ciencia moderna respecto de los antiguos mitos. Ambos pasos se dieron simultáneamente en el Renacimiento. Se habla de la revolución científica del Renacimiento, pero no de su revolución moral y política, representada formalmente por las utopías. Y ambas avanzan, se amplían y perfeccionan con el paso de los tiempos.

Las utopías son proyectos ideales de sociedades en las que los humanos seriamos felices individual y colectivamente. Y aunque últimamente las "utopías" no tienen buena literatura, en realidad, todos, aún los críticos con ellas, tienen una "utopía" en su haber, tienen un modelo de sociedad y de hombre que les gustaría ver realizado. Esta es una de las características de la utopía: que siempre ha estado y está entre las aspiraciones humanas como búsqueda incesante de una vida común solidaria entre iguales. Forma parte del entramado permanente de nuestra conciencia como un rasgo definitorio de lo humano.
Ser humano es, entre otros rasgos, aspirar a la utopía. La utopía está en el “ADN” moral y desiderativo de los seres humanos como una constante.

En qué sentido podríamos hablar de “realidad” en la utopía
Es el ser humano utópico “por naturaleza”
Hay movimientos sociales actuales que nos remiten a la utopía
Trabajo de profundización la Utopía:
• T. Moro.
• La Conquista del Pan.
• La Nueva Atlántida.
• Noticias de Ningunaparte.

JP

Jesus Peña Sat 23 Aug 2014 2:10PM

joan , un ensayo precioso, felicidades. déjame que te robe en alguna ocasión frases textuales.

JR

Josu Riezu Sun 24 Aug 2014 6:52PM

Por error este mensaje lo publique en el grupo de Organización, donde ha creado cierta confusión pero lo repito aquí porque sospecho que Joan no lo ha leido.

El mensaje.
Joan, has explicado perfectamente porqué mi “utopía” estaba entre interrogantes.

Pero ninguna de las ideas que dejó de ser utopía fue fruto de la casualidad, sino de la acción, el esfuerzo y la lucha de mucha gente, ya que hay muchas “utopías” que lo son porque a sectores oligárquicos de la sociedad les interesa que sea así, y entrecomillo la palabra porque son utopías artificiales.

Y es esa parte la que me interesa, la acción, -a dios rogando y con el mazo dando- y el empezar a hacer cosas, aunque sean pequeñas, pues ahora incluso más importante que el hecho objeto de la acción, es muy importante conseguir concretar y realizar tareas concretas.

Por eso propuse la planificación del “empapelado” mediante la división del pueblo por zonas y la identificación de los puntos.
Por eso he sugerido la presentación en el Ayuntamiento de Calafell de una propuesta para la contratación a medias jornadas y la comunicación a los medios.
Por eso quiero hacer el organigrama del Círculo. Y el que se necesite modificar al día siguiente no es excusa para no hacerlo.
Por eso, por eso y muchos “por eso”, que significan hacer algo, acción.

Lo que dediquemos al Círculo -no me refiero sólo al dinero- quedará en el Círculo, lo hecho a título particular se lo llevará el viento.
Y ese es el motivo de que me haya parecido mal que se vayan a comprar 10 camisetas a nivel particular y no se haga desde el Grupo de Trabajo de Finanzas. Y al promotor de la compra, ¡le parece muy difícil hacerlo desde el Círculo! ¿Son esas las dificultades que no estamos dispuestos a afrontar? ¿O sólo alimentamos el ego?

O cambiamos el “chip” o esto no va a ninguna parte, langideceremos en charlas interminables esperando a que en otoño nos den las directrices a seguir y el personal se irá colocando donde pueda, si es un sillón mejor. En resumen, repetir la historia.
Si es ese el Podemos que estamos creando, que no cuenten conmigo.

Saludos

JL

joan llach Mon 15 Sep 2014 12:19PM

No se, lo que puede ocurrir, pero en esta discusión, algo a ocurrido en que se ha cambiado en mi perfil ya que el sistema me comunica*No se le notificará de la actividad en este hilo.*, cuando antes si que se me notificaba.

JL

joan llach Mon 15 Sep 2014 1:02PM

La anomalía, anteriormente descrita, ya ha sido solucionada, ahora en sistema de comunicación me comunica Se le notificará de la actividad en este hilo